Se avecina un frío invierno, incierto, de momentos fugaces que saben a gloria, rellenando espacios vacíos elegidos con el corazón y la cabeza.
Pero, aunque ahora no haya un motivo especial para brindar, nada ni nadie robará mi sueño.
No necesito mucho y lo quiero todo... Una casita al sol junto al mar, descalza, un sofá con amigos, confidencias, risas y algún abrazo que te hacen temblar, esa música que embriaga y unos vasos llenos de ilusión que de tanto beberlos producen una resaca placentera que te recuerdan que la vida son los momentos que quieres vivir.
Suelo soñar y tengo la suerte de que esos sueños se cumplen!
Mar