Emociones

Principios del siglo XX. Un pequeño pueblo del norte de Castilla. Veo la fotografía y me emociono. Algunas casas siguen en pie, otras ya no. A la mayoría la mano del hombre las ha dejado más bonitas, otras siguen soportando como mejor pueden el paso y el peso del tiempo.

Me fijo en la fotografía y me sigo emocionando. Pueblo sereno, entre montañas, con cielos repletos de estrellas que adormecen las suaves noches de verano. Y ese olor ... que me traslada a mi infancia, cuando las vacaciones eran casi eternas y llenas de aventuras. Pienso en ello y me vuelvo a emocionar.

Allí descansan para siempre mis raices y puedo respirar mi historia, mi pasado y el porqué de mi presente. Casi al fondo distingo mi entrañable casa, la casa donde nací. Y eso es un buen motivo para emocionarme.

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Anne Bonny